Conversamos con Ximena Tordini, integrante del CELS y de la Revista Crisis, sobre la situación de Milagro Sala, detenida ilegalmente por el gobierno de Jujuy. Esta semana la ONU pidió su libertad, negada una vez mas por el poder judicial de la provincia. ¿Puede una organización popular construir poder sin diseñar sus propias tecnologías de control social? ¿Cómo se transforma un movimiento social cuando se convierte en administrador de bienes y servicios?
El silencio de los inocentes
ResponderEliminarLa Organización Barrial Túpac Amaru es una agrupación política argentina principalmente de la provincia de Jujuy, estaba dirigida por Milagro Sala, con más de 150 000 afiliados que recibieron su conducción y apoyo desde la organización de copas de leche hasta la construcción de viviendas y el desarrollo de otras cooperativas de trabajo. De polideportivos con piletas, centros de salud, escuelas primarias y secundarias y un terciario. Con atención a los casos sociales, a las personas que tienen menos ingresos, ancianos, madres solteras, personas solas y enfermas, jóvenes desvinculados del sistema educacional, exreclusos, y otros. Pero desde el Estado democrático sigue siendo satirizada, agraviada y ultrajada; desde los comentarios que permite en los medios de comunicación: “Le robó a los pobres. Lo peor es haberles destruido la dignidad” .... Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego. Es algo monstruoso. Pero el monstruo es verídico porque es aceptado por el sentido común. La bestialización a la vez es funcional al deseo del sujeto hegemónico porque se erige como limpio y puro. ¿Qué pasaría si en vez de mirar al monstruo, el monstruo nos mirara?