domingo, 3 de abril de 2011

Clinamen

Llueve. Que este blog sea, pues, para empezar, un blog sobre la simple lluvia de átomos que caen en paralelo sobre el vacío. Un materialismo aleatorio de la lluvia, en la que una desviación contingente conduce al encuentro. Sabiduría antigua: la desviación produce el clinamen (Epicuro-Lucrecio), dando a conocer la existencia de la libertad humana. Afrontamos una ciudad-clinamen. Una monstruosidad-clinamen. Una invención común-clinamen. Una larga conversación-clinamen. Pero ¿es posible a pesar de todo creer aún en la conversación? No buscamos acuerdos, ni consensos. Desconfiamos sin matices de la “cultura” del dialogo y no pretendemos difundir ningún punto de vista en particular. La conversación que nos anima ya ha comenzado hace rato, y no sería nada sin el humor y el asombro que la enhebra en mil gestos. Conversación-lluvia, humor-clinamen que busca el encuentro-desvío y sólo en él puede creer.

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